¿Qué es mejor bolsas ecológicas, papel o de plástico?
La clave para generar un menor impacto ambiental consiste en
reutilizar el mayor número de veces una bolsa.
Las bolsas de plástico son las que tienen menor huella de carbono, es decir, son las menos costosas de producir. Sin embargo, tardan entre 400 y 1000 años en descomponerse, por lo que contaminan el medioambiente y se acumulan en los océanos. Las bolsas que nos dan en el supermercado están hechas de polietileno de alta densidad (PEAD). No podemos obviar que derivan del petróleo, que es un recurso finito.
Actualmente, hay cada vez más bolsas de plástico que sí pueden biodegradarse bajo ciertas circunstancias. Suelen estar hechas de fécula de patata o maíz, lo que es un inconveniente también ya que se destinan los cultivos de estos alimentos a hacer estas bolsas.
Para producir una bolsa de papel se necesita cuatro veces más energía que para una de plástico
Por su parte, las bolsas de
papel son biodegradables y fáciles de reciclar o compostar. Sin embargo, la producción de estas requiere mucha agua,
combustible y árboles talados. Además, no se suele usar papel reciclado ya
que el nuevo tiene fibras más largas y fuertes. Es muy importante tener siempre
en cuenta de dónde viene el papel: "No debemos olvidar que el papel se
hace con fibra de celulosa proveniente de árboles (que limpian el aire,
controlan el clima, filtran el agua, evitan desprendimientos y dan sombra...
entre otras muchas cosas)", tal y como explican Patricia Reina Toresano y
Fernando Gómez Soria en su libro Vivir sin
plástico.
¿Qué pasa con las de tela? Hay algunas que suelen estar hechas de algodón, "un cultivo particularmente intensivo en pesticidas y que consume agua", indican en Stanford Magazine.
Sin embargo, No todas las bolsas reutilizables son de algodón, hay otras que están hechas de polipropileno no tejido como el Non Woven, que es un tipo de plástico más duradero. En este caso, a pesar de ser un tipo de polipropileno, es un tejido menos costoso que el algodón.
Por lo que las bolsas que menos contaminan en su elaboración son las de poliéster o tela no tejida ya que generan 94.8 gramos de desperdicio por cada mil elaboradas; mientras que las bolsas "clásicas" de polietileno de alta densidad generan 418.4 gramos de desperdicio, por cada mil unidades elaboradas.
La clave es que las bolsas de papel tienen que ser reutilizadas al menos 3 veces; las de polietileno de baja densidad hechas para "durar toda la vida", deben ser reutilizadas al menos cuatro veces; las de tela no tejida de polipropileno al menos 11 veces; y las de algodón deben ser reutilizadas al menos 131 veces.